Hackeando impresora 3d para tatuajes

En 2013, tres estudiantes de diseño industrial de París, Francia hackeado una impresora 3D transformandola en una máquina de tatuaje automático. Mediante la sustitución de extrusora de la impresora 3D por una aguja de tatuaje, crearon una máquina que podia recrear diseños increíblemente precisos cargados con software de modelado 3D sobre la piel humana real.

El arte, la antropología y la ciencia detrás de los tatuajes

La práctica del tatuaje ha existido en todo el mundo por lo menos desde el Neolítico (comenzando alrededor de 10,2000 aC). Hoy en día, muchas culturas siguen practicando las técnicas tradicionales, no eléctricas,  entre ellos el método japonés Tebori, o en Hawaiia. Estos métodos tradicionales a menudo implican largas oraciones y rituales que hacen el tatuaje un rito sagrado mas que la mera aplicación de la obra sobre el cuerpo de una persona. Incluso con el uso de máquinas de tatuaje automáticos, muchos artistas han conservado este sagrado sentido hacia el arte del tatuaje.

«Estamos hablando de la mecánica, la ingeniería, la electrónica, el cuerpo humano, la antropología, la historia, el arte, incluso la filosofía … es un proyecto que nos permite conocer a gente de diferentes disciplinas y crear una proposito entre ellos», dijo Emm. «Eso es lo que nos apasiona.»

Pierre Emm, izquierda y Piotr Widelka, derecha

Aunque el uso de una impresora 3D para reproducir diseños de software de modelado 3D puede parecer que acaba con la habilidad y la artesanía de artistas tradicionales del tatuaje, Emm insiste en que, sobre todo, tatuar se trata de mejorar las capacidades humanas. «Era importante para nosotros crear una herramienta que está totalmente en el servicio del tatuador, que fuera diseñada para sus necesidades específicas, y que pueda apropiarse de sus diferentes estilos y técnicas …»

Desde el principio, insistió, el proyecto fue el diseño de un instrumento para la vida real, que sería más que un truco de marketing, pero que en realidad ampliar las posibilidades de esta antigua práctica.

Inicialmente, probaron la máquina en la piel artificial a base de silicona, que los mismos artistas del tatuaje usan cuando están en formación, pero su deseo de crear un tatuaje real en una persona real era a la vez imparable e inevitable.

El mayor desafío fue para calibrar la máquina para que pueda reconocer la superficie curva de un brazo humano (las impresoras 3D estan normalmente diseñadas para imprimir en la superficie plana). Se utiliza una aguja de diseño personalizado con un sensor que puede detectar los contornos del cuerpo y superficies curvas, permitiendo que la aguja se mueva suavemente sobre un brazo humano sin sacrificar la obra o amenazar con dañar la piel en exceso generando 150 pinchazos por segundo.

Aunque ser tatuado por una impresora 3D no es menos dolorosa que cualquier otro tatuaje, ni es menos permanente, la aplicación de la tecnología de impresión 3D y el software permite un nivel de precisión sin precedentes y el control, marcando el comienzo de la próxima era de una forma de arte que ha existido por más de 12 milenios.

Aquí os dejamos unos vídeos donde varios valientes ya se han atrevido a probar esta tecnología:

 

Fuente: 3ders.org

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