Con Pixels vuelve la nostalgia por los juegos clásicos y el imperio de los «frikis»

Estamos en una época en la que los videojuegos son cada vez más complejos y sofisticados, los equipos necesarios para jugar a ellos con la máxima resolución y detalles experiencia piden unos requisitos mínimos parecidos a los ordenadores de la NASA y para empezar a jugar puedes tirarte en algunos casos 15 ó 20 minutos sólo en la fase de tutorial intentando aprender a usar todas las teclas, combos y opciones diferentes que te da el juego (y que luego te las sigan recordando durante el mismo para no olvidarlas)… y entonces llega la película de Pixels a los cines para hacernos revivir a muchos lo que eran los juegos clásicos de antes y de que las habilidades necesarias para estos no eran las mismas que se necesitan ahora.

¿Quién no se ha encontrado de nuevo con la posibilidad de jugar a Pac-Google Maps Pac-ManMan y ya se ha quedado enganchado al mismo? no hace mucho incluso Google nos sorprendió dejándonos jugar a Pac-Man en Google Maps debido al día de los inocentes en EEUU y millones de personas jugaron e incluso se calculó que hubo pérdidas de 100 millones de euros a nivel global debido a que redujo la productividad de las oficinas en todo el mundo.

Y es que hay artículos que demuestran que juegos como Pac-Man sirven como herramientas de aprendizaje educativo, ya que en estos juegos, aunque su simplicidad (comerte todas las bolas sin que te maten los fantasmas) y su manejo (arriba, abajo, derecha e izquierda) nos hagan creer que lo dominamos en 5 segundos, realmente hace falta mucha destreza para dominarlo, ya que debemos aprender una serie de patrones para conseguir pasarnos los niveles.  Por tanto los videojuegos nos enseñan conocimiento tácito, lo que solemos llamar práctica o, incluso, experiencia, y Pac-man y muchos otros videojuegos nos enseñan física, entre otras cosas.

Todos estos son los juegos de los años setenta, ochenta y noventa, una época en la que, aquellos que la hemos vivido, estábamos deseando salir de clase para quedar con los amigos y echarnos unos «vicios», ya fuera en la Atari de uno de ellos en su casa jugando al Asteroids, o para ir a los recreativos a gastarnos las perras en las «maquinitas», hacer cola y pelearnos para conseguir jugar a la que más nos gustaba, y conseguir poco a poco dominar el juego hasta pasárnoslo con «5 duros», porque entones sabíamos que teníamos unas vidas limitadas y si tonteábamos o nos descuidábamos  y las perdíamosnos tocaba volver a pagar.

Mario BrossLuego llegan las primeras consolas, las de verdad, como la NES, y de nuevo tienes que ponerte horas y horas aprendiendo patrones de juegos como Mario Bros, y sufrir muerte tras muerte hasta conseguir llegar al final, y sobre todo que entonces, la opción de «guardar partida» era algo que no existía, por lo que tenías que conseguir pasarte el nivel completo de una vez, aunque tu madre te estuviera llamando a gritos para comer sabías que no podías dejarlo, ya habías avanzado mucho y tenías que llegar a un punto donde poder conservar tu progreso.

Luego llegan los PC, y con ellos los emuladores, y entonces ya se produce nuestro «Big Bang», en el que podemos jugar a todos los juegos de esas recreativas sin gastarnos un duro y volver a disfrutar de ellos aunque ya tengamos consolas y ordenadores de la siguiente generación ofreciéndonos juegos gráficamente superiores.

Recreativa arcade bar topEn Pixels nos muestran precisamente la grandeza de estos videojuegos, de cómo tenemos que desarrollar y mejorar nuestra habilidad para conseguir dominarlos y de que estos aún siguen presentes en muchos de nosotros. Tras ver la película, al menos yo, estamos deseando de nuevo engancharnos al Pac-Man, al Centípede, Arkanoid o al Donkey Kong.

Ya hay páginas como Internet Arcade en la que podemos jugar a todos estos juegos de forma gratuita online, pero los que hemos jugado en aquellas «maquinitas» nos gusta también sentir de nuevo esa sensación de coger el mando y pulsar esos botones (o aporrearlos más bien a veces), y por suerte, hoy en día también podemos conseguirlo, porque hay empresas que se dedican a restaurar estas máquinas antiguas o incluso las fabrican de forma personalizada para ponerlas en una mesa o barra, como hacen en Recregames.Retrocube Arcade Máquina Recreativa

Y si lo que quieres es poder jugar con tu propio mando en la TV de tu salón también tienes otra opción como la Retrocube Arcade, un mando que te lo montas tu mismo con una Raspberry Pi y que si ya la tienes lo puedes conseguir desde 95€ . Esta consola lleva un sistema operativo cargado de emuladores para poder jugar a todos aquellos juegos de NEO GEO, NES, Playstation, Atari, etc que marcaron nuestra infancia.

Tras estos años, tal y como comenzábamos hablando al principio, los videojuegos han evolucionado a un desarrollo más audiovisual que al de entretenimiento, títulos como Metal Gear Solid 4, se ha calculado que ofrecen unas 4 horas de cinemática y te lo puedes pasar en 5 horas (una vez ya le tienes cogido el truco).

Por eso, no debemos olvidar que «los mejores videojuegos son los fáciles de manejar y difíciles de dominar» como dice Nolan Bushnell (fundador de Atari).

 

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